lunes, 10 de diciembre de 2018

COMENTARIOS AL LIBRO DE MANU CARBALLAL DIFAMATORIO DE CARLOS CASTANEDA (17-20)

17) Sr. Salas (indio yori ingeniero del gobierno). (Pág. 73)

“Yori” no es una etnia o nación nativoamericana. Yori es un término despectivo yaqui a los mexicanos mestizos, criollos, etc. El Sr. Salas evidentemente era un mestizo o un criollo blanco.

18) “El desatino controlado es una de las enseñanzas más ásperas de Castañeda, que a diferencia de otros líderes espirituales, huye del buenismo y la espiritualidad ñoña y autocomplaciente. Incluso de conceptos como la caridad, la compasión o el amor. Y resultará fundamental para comprender como sus seguidores podían recibir estoicamente un trato cruel, déspota y tiránico, sin que ello mermase su voluntad de seguir las enseñanzas. Yo no aguanté tanto...”

NO es “una de las enseñanzas más ásperas DE Castaneda”. Es una enseñanza de DJ, proveniente de tiempos antiguos. Es áspero desde el punto de vista de alguien común y corriente, pero para un Guerrero es, muchas veces, un bálsamo que lo enfoca y no permite que se desvíe de una disciplina férrea. MC no aguantó, pues su IP lo derrotó. MC es “muy” importante como para aceptar ese tipo de tratos. El acero se forja a extremas temperaturas y a fuego lento.
Otras disciplinas son tan o más duras: yo, como monje zen, recibía con agrado el temible planazo de madera en mis hombros cuando me distraía o me dormía en la inmovilidad del zazen. Es un personaje llamado Godo y te aplica el Kyosaku, una especie de espada de madera durísima, en cualquier hombro. Lo sorprendente es que el meditante lo  pide alzando ambas manos palma con palma. ¿O no conocen que los más grandes maestros de Zen se caracterizaban por sus soeces respuestas, y golpes, patadas, jalones de orejas, etc.? Infinidad de discípulos se iluminaron con alguno de estos golpes.

19) “Este párrafo es el responsable de que, durante años, varias generaciones de lectores de Castañeda nos pasásemos los últimos minutos de vigilia, al meternos en la cama cada noche, intentando fijar en nuestra mente la orden de buscarnos las manos cuando comenzásemos la fase REM del sueño, en la que tenemos los sueños tal y como los recordamos149. Yo nunca lo conseguí. Y es la primera alusión, en la obra Castanediana, al mundo de los sueños como una realidad tan objetiva y física como el estado de vigilia, incluso con la capacidad de interactuar en este. Es por tanto un momento clave en la obra de Castañeda, porque a partir de este momento millones de lectores perderíamos un importante referente de lo que es real o irreal. Ya que cualquier cosa que soñásemos podría no ser simplemente una alucinación onírica, sino una experiencia en otro plano de existencia.”

El ensoñar es universal. Todas las culturas “espirituales” del mundo han abordado esa técnica tan real o más que la realidad del Primer Anillo de Poder (PAP) en la que supuestamente estamos.
MC confiesa no haber logrado o dominado algo fun-da-men-tal del camino nagualista. Eso va mostrando su novatez y su incapacidad como para juzgar a un Nagual como Carlitos.
Para ilustrarles un poco, también hay soporte prehispánico de esto (CC no se lo sacó de la manga): en Tenochtitlan, capital de los mexica, existían 78 escuelas con materias o especializaciones de toda índole. Una de ellas era el Ensoñar, y a sus maestros se les llamaba los “despiertos”.
Tenían extensos tratados sobre el tema, ergo, tenían “docencia y escuela” sobre el dominio y control consciente del Segundo Anillo de Poder (SAP). Fray Bartolomé de las Casas, un “garbanzo de a kilo” por destacarse como defensor de los nativos y denunciante de las atrocidades de los salvajes provenientes de Europa, escribió: “Había cinco libros sagrados. El tercero hablaba de los sueños, agüeros y supersticiones que usaban… Muchas cosas hacían o dejaban de hacer por los sueños, en que mucho miraban.” Por experiencia personal, puedo asegurar que en el momento en que estás interactuando consciente dentro de un sueño, eres el Nagual.

20) “Si en “Una realidad aparte” don Genaro nos asombra con sus sorprendentes habilidades, como su danza chamánica en la cascada, en la recta final de “Viaje a Ixtlán” se convierte en auténtico protagonista de todo tipo de prodigios sobrenaturales. Su habilidad para “nadar en el suelo”, el episodio de la “desmaterialización y materialización” del coche de Castañeda, o su capacidad para volar y trasladarse en un instante desde el lado del antropólogo hasta la cima de una montaña, hicieron las delicias de los lectores, pero también pusieron a prueba nuestra credulidad. Y de nuevo escogimos creer.”

MC nuevamente nos confiesa su incapacidad de logros pragmáticos y prefiere “creer”. Él es el que está tomando al nagualismo como una religión. Si se fijan, todo el tiempo “elige creer”. Lo que hace DG (Don Genaro) es básico entre los nagualistas. Les ilustro: se hace con las fibras ventrales, que asemejan tentáculos blancos.

20 A) “El título del tercer libro de Castañeda es un homenaje al viaje de don Genaro hacia el conocimiento: “-Digo, ¿cuándo y cómo llegó usted por fin a Ixtlán? “Ambos echaron a reír al mismo tiempo. “-Conque ése es para ti el resultado final -comentó don Juan-. Digamos entonces que no hubo ningún resultado final en el viaje de Genaro. Nunca habrá ningún resultado final. ¡Genaro va todavía camino a Ixtlán!

Como el 99% de los millones de lectores de CC no saben náhuatl, y la inmensa profundidad de este idioma mágicomístico, no captan que Ixtlan significa –literalmente- “Lugar del Ojo”, seguramente refiriéndose a un ojo de agua. Pero, los nagualistas sabemos bien que en lenguaje nahualatolli (lengua de los naguales) cuando vamos camino a Ixtlan vamos camino al “ver”.
En maya es suyuá y en maya del sur, siwan. Lenguaje proveniente del espíritu, los españoles jamás supieron entenderlo, aunque tuvieron el tino de tomar nota de extensos parlamentos de los informantes con su traducción.
(...) “-Todos aquellos con los que Genaro se encuentra en su camino a Ixtlán son nada más seres efímeros —explicó don Juan—, Tú, por ejemplo. Eres un fantasma. Tus sentimientos y tu ansiedad son los de la gente. Por eso dice que sólo se encuentra viajeros fantasmas en su viaje a Ixtlán.”

MC es uno de esos fantasmas. Ni siquiera está en el camino. No pudo con el nagualismo y como la mayoría de frustrados, lo tomó a mal. ¿Resultado? “Me voy a vengar de ese cabrón charlatán de CC”, e hizo un libro.

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