"Anónimo" me consultó en algún comentario en este blog, sobre el combate sin contacto físico energético tanto en el tonal como en el Nagual.
Lo raro es que sobre curación -también sin contacto físico- no le llamó la atención o no le interesó. Pero justamente eso es lo que A MÍ me interesa, más que combatir, atacar o defenderme. Es un servicio que -entre otros- hago al "Espíritu del Hombre".
Nunca antes había puesto lo que a continuación voy a poner y sólo comento que el ejemplo no es el único, ni será el último.
Resulta que intervine en la sanación a distancia de una niñita en estado de coma. Vaticiné que en menos de 15 días estaría sana y en su casa. Ocurrió en 12 días. Llevo una cuenta muy precisa de estos éxitos, aunque también llevo otra -reducida eso sí- de mis fracasos, los cuales han sido por intentar ir contra algo invencible como lo es el que el paciente no tenía remedio y su sino indicaba que tenía que partir.
Esta persona se comunicó conmigo vía mensaje privado en Facebook. Omito su nombre para su protección pues las fuerzas retrógradas (
(Los Voladores) encarnadas dentro de ciertos cuerpos siempre están atentos a los que propagamos el Bien y se pondrían a atacar a este buen amigo.
La misma energía que usamos para el combate, la podemos llegar a usar para la sanación, exponenciada! Gracias, Yei. Estremecedor relato.
ResponderEliminarLos voladores, -egos- se deshacen ante la fuerza de estos gestos de dádiva. Eres impecable.
Así es, María. De hecho curar a alguien es un combate en sí. Al Volador le hace daño la impecabilidad, el desapego y el silencio interno del nagual.
ResponderEliminar