martes, 26 de febrero de 2013

FILÓSOFO TOLTECA DON JUAN MATUS "Los Seres Inorgánicos" 01

LOS SERES INORGÁNICOS

Uno de los primeros hallazgos más valiosos de los antiguos videntes fue el descubrimiento de que la vida orgánica no es la única forma de vida presente en esta tierra. (EFI)

Para los videntes, el estar vivo significa tener conciencia. Para el hombre común, tener conciencia significa ser un organismo. Ahí es donde difieren los videntes. Para ellos, tener conciencia significa que las emanaciones que crea la conciencia están encajonadas dentro de un receptáculo. Los seres orgánicos vivientes tienen un capullo que encierra las emanaciones. Pero hay otras criaturas, seres inorgánicos, cuyos receptáculos no parecen capullos para el vidente, pero sí contienen las emanaciones de la conciencia y muestran características de vida que no son la reproducción y el metabolismo. Características como las emociones desgarradoras, la tristeza, la alegría, la ira, etc. Y sobre todo el amor, un tipo de amor que el hombre ni siquiera puede concebir. (EFI)

El mundo de los seres inorgánicos está poblado por seres que poseen conciencia y carecen de organismo. Al igual que nosotros, son conglomerados de campos de energía. A los ojos del vidente resultan muy opacos, en lugar de ser luminosos como los seres humanos. Más que redondos, son configuraciones energéticas alargadas y con forma de vela. En el fondo se trata de conglomerados de energía que presentan cohesión y límites semejantes a los nuestros. Están unidos por la misma fuerza aglutinante que cohesiona nuestros campos de energía. (PM)

El mundo inorgánico es nuestro mundo gemelo. Aunque ocupa el mismo tiempo y espacio que nuestro mundo, la conciencia de nuestro mundo es tan distinta de la del mundo inorgánico que jamás reparamos en la presencia de seres inorgánicos, si bien ellos notan la nuestra. (PM)

Puesto que los organismos pertenecen a una sola banda, mientras que los seres inorgánicos pertenecen a siete, las diferencias entre los seres inorgánicos son más vastas que las diferencias entre los organismos. (EFI)

Los antiguos videntes llegaron también a darse cuenta de que es la intensa energía de los organismos y el subsecuente alto desarrollo de su conciencia lo que los convierte en deliciosos bocados para el Águila. Su interpretación fue que era la “gula” la razón por la cual el Águila produce un número tan grande de organismos. (EFI)

Todo en el mundo está encapsulado. Todo lo que nosotros percibimos está compuesto por porciones de capullos o vasos con emanaciones. Como hombres comunes no percibimos en absoluto los recipientes de los seres inorgánicos. (EFI)

El recipiente de los seres inorgánicos carece de movimiento. Es más bien un receptáculo amorfo con un bajo grado de luminosidad. No se parece al capullo de los seres orgánicos. Le falta la tensión, la calidad que hace que los seres orgánicos parezcan bolas luminosas que rebosan energía. (EFI)

Debido a que sus campos de energía son más intensos, los seres orgánicos son generalmente los que inician la comunicación con los seres inorgánicos, pero una sutil y sofisticada relación que siempre resulta es iniciativa de los seres inorgánicos. Una vez rota la barrera, los seres inorgánicos cambian y se convierten en lo que los videntes llaman aliados. A partir de ese momento, los seres inorgánicos pueden anticipar los más recónditos pensamientos o estados de ánimo o temores de los videntes. (EFI)

Los seres inorgánicos viven infinitamente más que los organismos. Este detalle es lo que impulsó a los antiguos videntes a "ver" todo lo que pudieron acerca de los aliados. (EFI)

Los aliados suelen aparecer alrededor de pozos y manantiales. (EFI)

Los aliados son tan peligrosos como nosotros los hombres, ni más ni menos. No pueden matarnos directamente, pero seguro pueden matarnos de un susto. (EFI)

Una vez que te agarra el aliado, o te da un ataque al corazón y te mueres del susto, o forcejeas con él. Después de un momento de violenta agitación, la energía del aliado mengua. Aparte de asustarnos, los aliados no pueden hacernos nada con su imitación de ferocidad; nosotros tampoco los afectamos mucho. Estamos verdaderamente separados por un abismo. (EFI)

Lo importante para un vidente no es "tener" muchos aliados, sino ser verdaderamente impecable para poder usar la energía de esas otras formas de vida. (EFI)

Hay aliados útiles y aliados inútiles. Estos últimos son mucho más numerosos. La utilidad de los primeros consiste en el mutuo intercambio de energía que pueden llegar a establecer con los videntes. Los videntes buscan la cualidad etérea de los aliados, pues pueden llegar a ser fabulosos guías y guardianes. Los aliados buscan la fuerza del amplio campo energético del hombre, e incluso con él pueden llegar a materializarse. (EFI)

El intercambio ocurre a través de las emanaciones que coinciden, y naturalmente esas emanaciones están en el lado izquierdo del hombre, el lado que jamás se usa. Por esta razón, los aliados no son perceptibles para la conciencia normal. (EFI)

A los aliados los atraen las emociones. El terror básico es lo que más les atrae; libera el tipo de energía más conveniente para ellos. El terror básico unifica las emanaciones en su interior. (EFI)

Los antiguos videntes estaban convencidos de que los aliados tenían sentimientos humanos, pero los nuevos videntes "vieron" que la energía liberada por las emociones simplemente engancha a los aliados; el cariño es igualmente efectivo, o el odio, o la tristeza, o la alegría. (EFI)

Controlar el terror era una estratagema de los antiguos videntes. Aprendieron a controlarlo hasta el punto de poder repartirlo. Con su propio terror enganchaban a los aliados, y al darlo de manera gradual, como si fuera alimento, en verdad esclavizaban a los aliados. (EFI)

A don Juan le resultaba muy difícil decidir si sus aliados le eran realmente útiles o no. El los quería, a su manera, y les daba muy poco, pero ellos eran capaces de responder a ese poco con afecto inconcebible. Aún así eran incomprensibles para él. Le fueron dados para acompañarle por si se quedaba desamparado y solo en la eternidad de las emanaciones del Águila. (EFI)

Los aliados no pueden empujar en absoluto, pero sí pueden asustar y hacer caer al suelo a sus presas. Una vez en el suelo, los aliados sí pueden aprisionar a cualquiera. (EFI)

Como los aliados tienen una energía muy baja, siempre necesitan la ayuda de los hombres. (EFI)

Los desafiantes de la muerte, los antiguos videntes, llegaron al grado de adormecer las emanaciones interiores de sus capullos, salvo aquellas que correspondían a las emanaciones de los aliados. De esta forma, pudieron imitar a los aliados. (EFI)

Un aliado es un poder, una ayuda indispensable para saber; algo que puede ser domado. (EDJ)

Son aliados los poderes que se "esconden" en la datura y en los hongos. (EDJ)

Cuando uno "ve", los hombres se aparecen como huevos luminosos de cambiantes formas. En cambio, los aliados se aparecen como aquello que están fingiendo ser. (URA)

Tenemos montones de aliados entre nosotros, pero no los percibimos. (URA)

El contacto con un aliado puede ser muy peligroso: un aliado tiene el poder de sacar lo peor de una persona. Por eso hay que estar preparado llevando una vida sobria y austera. (URA)

No es indispensable tener un aliado para llegar a "ver". (URA)

Para tener un aliado hay que ser un guerrero sin mancha. (URA)

Los espíritus de río, de montaña, de ojo de agua, no son lo mismo que los aliados. Pueden convertirse en ayudantes, pero son difíciles de manejar. (URA)

Para "ver" hay que aprender la forma en que los brujos paran el mundo; para eso hay que llamar al aliado, y una vez que se le llama, viene. (VAI)

Cuando el cuello se pone duro es la señal de que uno está listo para luchar con el aliado. Hay que cerrar la boca y tener el cuerpo perfectamente plantado para soportar el impacto. (VAI)

El choque con el aliado cambia radicalmente la percepción del mundo que conocíamos: nada vuelve a ser lo mismo; la ansiedad de la gente por atraparte queda tan de manifiesto que los vuelve irreales. Todo lo que amamos, deseamos y odiamos ha quedado atrás. (VAI)

Las plantas de poder llevan al aprendiz directamente al nagual, y el aliado es un aspecto del nagual. El aliado se puede atestiguar solamente desde el centro de la voluntad en momentos en que nuestra visión ordinaria se ha parado; por ello, el aliado es propiamente el nagual. (RDP)

En realidad los aliados son un problema. Don Juan decía que se está mejor sin nada que no sea nuestra propia resolución y nuestra voluntad. (SAP)

Con el acto de ensoñar, los brujos obligan a los seres inorgánicos a interactuar con ellos. (ADE)

Se debe intentar alcanzar a los seres inorgánicos a través del ensueño, pero alcanzarlos con una sensación de poder y confianza, de fuerza y desapego. Se deben evitar a toda costa sensaciones de miedo o morbosidad. Son bastante mórbidos de por sí; aumentar su morbosidad con la nuestra es una imbecilidad. (ADE)

Los seres inorgánicos se materializan, a veces, en el mundo diario, delante de nosotros. La mayoría de las veces su presencia es invisible y se caracteriza por una sacudida del cuerpo entero, una especie de estremecimiento que sale desde el tuétano. (ADE)

En el ensueño, la mayoría de las veces se materializan delante de nosotros. Puesto que normalmente no tenemos ninguna experiencia con ellos, en las primeras etapas del ensueño nos pueden saturar con un miedo más allá de toda medida; un verdadero peligro para nosotros. Pueden usar ese miedo para seguirnos hasta aquí, con resultados desastrosos para nosotros. Los seres inorgánicos pueden ser peor que la peste. Con el miedo que nos hacen sentir, pueden fácilmente volvernos locos de remate. (ADE)

En los tiempos antiguos, los brujos se asociaban con los seres inorgánicos, formando alianzas, y creando extraordinarias amistades. (ADE)

El secreto está en no temer a los seres inorgánicos, y esto se debe hacer desde el principio. El intento con el cual se les debe encarar es de poder y abandono. En ese intento, se debe de codificar el siguiente mensaje; "No te temo. Ven a verme. Si lo haces, te daré la bienvenida. Si no quieres venir, te voy a extrañar." Con un mensaje como éste les entra tanta curiosidad que no pueden dejar de venir. (ADE)

Toparse con los seres inorgánicos es algo inevitable. Lo único que uno puede hacer es tener siempre en cuenta que, con su espléndida conciencia de ser, los seres inorgánicos ejercen una tremenda atracción sobre los ensoñadores y pueden transportarlos fácilmente a mundos indescriptibles. (ADE)

La alianza con un ser inorgánico consiste en un intercambio mutuo de energía. Los seres inorgánicos proporcionan su conciencia superior, y los brujos proporcionan su gran energía. El resultado positivo es un intercambio parejo de energía. El negativo es una dependencia de las dos partes. (ADE)

El reino entero de los seres inorgánicos está siempre dispuesto a enseñar. Quizás debido a que tienen una conciencia de ser más profunda que la nuestra se sienten obligados a tomarnos bajo su tutela. Pero el precio de su instrucción es demasiado caro. Demandan nuestras vidas, nuestra energía. Demandan total devoción hacia ellos. En otras palabras, nos roban la libertad. (ADE)

El método de enseñanza de los seres inorgánicos es tomar nuestro ser básico como medida de lo que necesitamos, y de acuerdo a eso enseñarnos. Un método sumamente peligroso, pues si alguien va a tomar tu ser básico como medida, con todos tus vicios, tus miedos, tu avaricia y envidias, y toda tu porquería, y va a enseñarte lo que satisfaga a ese desastroso estado de ser, ¿cuál crees que sea el resultado?. (ADE)

Don Juan llamaba "exploradores" a unas corrientes de energía forastera, seres que vienen del mundo de los seres inorgánicos. Hay dos tipos: Los "rastreadores", con conciencia de ser y propósito, van en pos de las huellas que deja la conciencia de ser a su paso. Son muy rápidos, y no se quedan mucho tiempo. Los "exploradores", por otra parte, exploran la conciencia una vez que la encuentran. Su conciencia y su propósito es comparable a la de los árboles. Ambos están hechos para durar mucho más que nosotros. Son inmóviles, así que hacen que todo se mueva a su alrededor. (ADE)

Los seres inorgánicos, como los árboles, son estacionarios. Lo que ves en tus ensueños, como palos oscuros o luminosos, son sus proyecciones. Lo que oyes como la voz del emisario es también su proyección. Al igual que lo son los exploradores. (ADE)

La gente común sufre asaltos mucho más intensos de lo desconocido. En sus sueños hay muchísimos exploradores. Se trata de un equilibrio de fuerzas: la gente común tiene estupendas barreras para protegerse, tales como las preocupaciones diarias. Mientras más fuerte es la barrera, más fuerte es el ataque. Los ensoñadores, por otro lado, tienen menos barreras y menos exploradores en sus ensueños, quizás para asegurar que se percaten rápidamente de su presencia. (ADE)

La decisión de vivir en el mundo de los seres inorgánicos es algo extremadamente personal y final; una decisión que se finaliza en el instante mismo en que se expresa en voz alta el deseo de vivir allí. Los seres inorgánicos satisfacen los más íntimos caprichos de los ensoñadores, con tal de que expresen tal deseo. (ADE)

La parte diabólica de todo esto no es solo la tentación de ceder, especialmente cuando las recompensas son tan grandiosas, sino la posibilidad de que el reino de los seres inorgánicos sea el único refugio que los ensoñadores tienen en un universo hostil. Aunque no es ése mi caso, dijo Don Juan. Yo no necesito ni soportes ni apoyos. Sé lo que soy. Estoy solo en un universo hostil, y he aprendido a decir: ¡pues que así sea!. (ADE)


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