miércoles, 2 de enero de 2013

NAGUALISMO 04

El chamanismo es un sistema universal de creencias y prácticas. Se le puede definir como: “Un conjunto de conocimientos basados en la armonía con la tierra, la ausencia de dogmas, el respeto a los poderes de la Naturaleza y la comunión directa con la Divinidad a través de ejercicios y sustancias que amplifican la conciencia.” (F. Díaz, Los mensajeros de la Serpiente Emplumada)



Desde el punto de vista chamánico, todo lo que necesitamos para alcanzar la realización material y espiritual, es aprender a manipular nuestra energía. La capacidad de atender es el termómetro con el que se mide la energía de una persona. La ciencia de dirigir la atención era llamada en México Nawallotl, nagualismo, porque implica duplicar el alcance de la conciencia mediante el manejo de los recursos profundos y ancestrales de la percepción. Puede decirse que el nagualismo es la fase superior de la Toltequidad; esta pone las ideas mientras que aquel pone la práctica.



El nagualismo es una enseñanza dirigida al individuo. Tanto en el pasado como en la actualidad, los chamanes son personas que se alejan de las masas y prefieren buscar su verdad en contacto directo con la Naturaleza.

“Vivía como un asceta, recogido en su interior; por eso le llamaban Nahualli, adivino.” (Sahagún, Primeros memoriales)



Debido a esta propensión de su carácter, casi todas las culturas del mundo, incluyendo la mesoamericana, han sentido temor por sus chamanes y les han perseguido.
Un códice los describe así: “In atlacatl, in tlaciuhqueh, in nanahualtin - los naguales, los calculadores del devenir, los que no son seres humanos.” (Sahagún 12.21)



SIETE DEFINICIONES DEL NAGUAL



1ro. Primitivamente, designaba a una categoría de sacerdotes que existieron antes de que el grupo racial mongoloide se separara en sus ramas asiática y americana.



2do. En Mesoamérica, es el nombre de los sabios en general. “El nagual es un calculador de números, un médico.” (Sahagún 10.30)



3ro. En los campos de México, se considera que el nagual es un brujo capaz de transformarse en un animal, así como el animal en sí mismo. Dicha operación recibía el nombre de Yolkati, bestialización.



4to. En una acepción más objetiva, el nagual es la proyección de nuestra energía en forma de una imagen de ensueños.



5to. Nagual es también la persona capaz de entrenar a su proyección de ensueños en tareas prácticas.
“Sabéis las cosas por venir... y sabéis todo cuanto pasa en el mundo. Os es patente lo que está dentro de los cerros y en el centro de la tierra. Veis lo que está debajo del agua, en las cavernas, en los agujeros y en las fuentes. Os llamáis ‘hijos de la noche’.” (D. Durán, Historia de las Indias)



6to. Un sentido que popularizó Carlos Castaneda, es el nagual como líder de una partida de chamanes (Nawalteku’tli, señor nagual). Antaño, los grupos de brujos se organizaban en cofradías llamadas Nawalmekayotl, linaje de sabiduría, y se transmitían sus secretos iniciáticos de generación en generación.



7mo. En una acepción completamente filosófica, también se empleaba el término Nawalli para describir aquella Totalidad de la cual proceden todos los Tonalli o seres particulares, tal como vemos en la siguiente cita:
“Yohualli ehecatl nahualli totecuyo - Nuestro señor (Ketsalkoatl) es viento y tinieblas, es el Nagual.” (Códice Florentino, libro VI, metáfora 70)



EL NAWALLI



Las creencias mesoamericanas sostenían que cada uno de nosotros tiene un doble energético, que podemos entrenar para que llegue a ser un vehículo independiente y eterno de  la conciencia, a través de un místico proceso de transferencia de los principios conscientes llamado Teoneyokolli, autocreación divina.

La principal propiedad del Nawalli es que puede desdoblarse y separarse del cuerpo físico, creando réplicas visuales de este. El órgano mediante el cual esta operación es posible, es el útero, o mejor dicho, su forma energética, que tiene que ser arduamente cultivada en el caso de los hombres.

En la visión tolteca, el acto de desdoblarse equivalía a un parto espiritual; es por ello que, dentro de la clasificación general de las cosas, el nagual era considerado el aspecto más representativo del lado oscuro, femenino y generador del Universo. Su símbolo era el ocelote, animal de la noche cuyas manchas representaban a las estrellas.

Ketsalkoatl hizo el mundo gracias a su facultad naguálica, por lo cual uno de los nombres con los que le reverenciaban era Nawalpiltsintli, príncipe de los naguales.

DOBLE ENSEÑANZA

Debido a la presión del nagualismo, las enseñanzas toltecas se dividieron en dos ramas: las externas, llamadas Wewetla’tolli, palabras de los ancianos, y las internas, llamadas en maya Zuyua Than, lenguaje iniciático, y en nawatl Nawallatolli, palabras ocultas. Este doble lenguaje no implica que los toltecas dieran culto al secreto como un valor en sí, sino que comprendían que la enseñanza tiene que ser impartida de una forma responsable.

EL ENTRENAMIENTO DEL NAGUAL

A pesar de que el chamanismo ha estado tradicionalmente relacionado con los rituales y las invocaciones, eso es sólo una apariencia. El trabajo de activar al Nawalli no se puede sustituir por operaciones externas; el único modo de emprenderlo es explorando las capas más profundas del subconsciente.

Para ello, los seres humanos contamos con dos estados que nos son accesibles en vida, y que constituyen verdaderas oportunidades para nuestra energía: el sueño y la embriaguez. 

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