77) “El libro es muy turbador. La
justificación “mágica” del intento de violación por parte de “los genaros”
Pablito y Néstor (supuestos discípulos de don Genaro) a Lidia, una de las
brujas (pág. 174 y 175); el discurso de Pablito sobre las orgías “brujas”: “Lo
único que hice fue seguir las instrucciones del Nagual. Él me ordenó tener
relaciones íntimas con todas ellas (las cuatro aprendizas de Don Juan), una por
una, hasta lograr tenerlas con todas a la vez” (pág. 187); el “trío” de
Castañeda con La Gorda “que apoyaba su boca en la suya” mientras Rosa “le lamía
la cara” estando completamente desnudos (pág. 308 y ss), o que Benigno, otro de
los brujos, le enseñe el pene (pág. 198), nos resultaban desconcertantes a los
lectores entregados. Pero todo, hasta las cosas que nos parecerían más
aberrantes y deleznables en circunstancias normales, se nos antojaban lógicas
desde el punto de vista de la brujería.”
Hablando
del libro “El segundo anillo de poder”, esta opinión y conclusiones de MC me
sorprenden. Parece que estamos hablando con un puritano católico del S.XVI.
Poco a poco nos muestra su mochería judeocristiana. ¿Intento de violación?
Muestra una vez más que su lectura no es imparcial, es tendenciosa y
tergiversante, porque aunque el relato así parece indicar fue asunto de Los
Genaros con Lidia, en el cual Castaneda NO tuvo nada que ver, pero MC también
le quiere achacar lo de “violador”.
78) “Respetando la cronología de los
hechos, esta es la primera descripción detallada que yo he encontrado sobre el
aspecto de Patricia Partin, el “explorador azul”, incluida ya entre “las
elegidas”. Todas las descripciones de la desgraciada Patricia posteriores
coinciden en resaltar su aspecto aniñado, infantiloide, frágil, casi
quebradizo. Hoy sabemos que en el transcurso de pocos meses perdió a su padre,
y fracasó en un matrimonio que duró solo 19 días. Fue entonces cuando el Nahual
la recogió y recompuso los pedazos. O no. De hecho, con todo lo que sé hoy, y
sobre todo con su terrible final -tras la catástrofe de 1998-, solo puedo
interpretar la relación de Patricia con Castañeda, como absolutamente
destructiva... Lamento no tener otra conclusión posible. “
Ya
muy avanzado el libro, y aprovechando la desgraciada historia de Patricia
Partin, quien se suicidó DESPUÉS de “fallecido” el Nagual, MC ahora nos endilga
que por SU CULPA esta muchachita tomó esa triste decisión. No varía un ápice la
tendenciosa orientación anti-Castaneda de este tiranitito repinche. Y
prepárate, lector, a enterarte de esa “catástrofe o terrible final de 1998” que
menciona MC reiteradas veces, con aires tremendistas y amarillistas propios de
una telenovela o novela de cuarta.
79) “Salir del Tacuba y pasear hasta
la inmensa Plaza de la Constitución, como hizo tantas veces el Nahual, y
presenciar las danzas de los concheros que tanto influyeron su obra, es
memorable. Sobre todo para alguien que ha profesado devoción por Castaneda.
Como resulta indescriptible sentarse en el banco donde él y don Juan -según
contaba-, vieron morir a un hombre, allí en el Zócalo.”
Salvo
que se me corrija –estoy abierto a ello- creo que NUNCA hubo concheros de forma
constante “danzando” en la Plaza de la Constitución o Zócalo. Lo que hay son
los danzantes Mexica de la “Tradición” que, por cierto, están a años luz de la
toltequidad y del nagualismo.
El
hombre que vieron morir DJ y CC NO fue en el Zócalo, que raras veces, en
décadas, ha tenido bancas. Ese acontecimiento puntual fue en La Alameda, a unos
3 km del Zócalo, una hermosa plaza arbolada y llena de historia. De hecho, la
banca está justo enfrente de un edificio histórico al que DJ rendía veneración
por su extraña y vetusta belleza. MC, reitero, no leyó la obra del Nagual, y si
lo hizo, no entendió mucho.
80) “Y esto es importante. A pesar de
todas sus incoherencias, los primeros libros de Castañeda se contextualizan en
un mundo real. El del chamanismo mexica. Quienes hemos tenido la oportunidad de
conocer yaquis, concheros, huicholes o mazatecas; quienes hemos experimentado
con peyote, San Pedro o LSD; quienes hemos, en definitiva, investigado sobre el
terreno el chamanismo, reconocíamos en esos primeros textos elementos
pertenecientes al mundo real de los brujos.
“Chamanismo
mexica” NO tiene nada que ver con las naciones que menciona: yaquis, huicholes
o mazateca. “Concheros” NO es una etnia. Es un movimiento de danzantes
profundamente penetrado por la Iglesia Católica, con algunos rasgos
prehispánicos. Según ellos, la conchería nació en una batalla famosa en
Querétaro, en la cual la “aparición” de Santiago MataIndios los convenció de
rendirse ante el poderío español y luego, convertirse en masa al nefando y
nefasto cristianismo. En el aspecto chamánico, están a años luz del nagualismo
real de los antiguos linajes, de entre los cuales conocimos uno, el de Don
Juan. Y MC desconoce que los Mexica (Aztecas) como nación o etnia, NO existen.
Aunque solo fuesen la fuente de
inspiración de un relato literario y novelado. Pero en los últimos libros ya no
hay nada a que agarrarse. Forzado por las exigencias editoriales Castañeda
imagina sobre fabulaciones, basadas en fantasías, sustentadas por ficciones...
Esa es la razón por la que en los últimos libros busca en el fenómeno OVNI, tan
ambiguo, escurridizo y abstracto como la brujería, nuevas ideas con las que
nutrir su literatura: los seres inorgánicos, los voladores (foto 25), los
depredadores... Mi amigo Salvador Freixedo o David Icke podrían exigirle
derechos de autor.
MC
llega a conclusiones baratas, tapizadas de su anti-Castanedismo lo que le resta
credibilidad y fortaleza. Yo, que he corroborado todas las premisas
fundamentales que CC nos presentó dentro de SU experiencia, no he encontrado disgresión,
fabulación, o incoherencia alguna. Para quien entiende, en varios niveles de
conciencia, todo el relato de CC es fluido, coherente, extremadamente poderoso,
energético y hermoso. Para el que no “ve” o viene tapado de basura de los Magos
Negros, obvio que todo es un galimatías irresoluble.
Además, los fans incondicionales que
se engancharon a Castañeda en plena revolución hippie y en plena psicodelia
setentera, ya peinan canas y poco a poco van abandonando a su autor de
cabecera, incapaces de seguir el cada vez más intrincado relato. Que ya se
parecía a esas series exitosas de TV, que comienzan con una historia brillante,
personajes creíbles y una trama sólida, que se va complicando y contradiciendo
a medida que la cadena contrata nuevas temporadas con la productora. Hasta que
al final los guionistas ya solo pueden añadir disparates a cada episodio.”
MC,
en su ceguera visceral anticastanediana, solo ve “disparates” en los libros de
CC. Realmente ya no puede disimular su antipatía, propia –repito- de aquel que
ha fracasado miserablemente en el camino del Nagual. El Nagualismo –por suerte-
NO es para todos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarGracias. No me podía quedar callado. Sé que al Nagual le importaría un cacahuate, pero tomé este reto como personal y realmente no pierdo energía, más bien me retroalimento y me fortifico en el intenso trabajo de recordar y rebatir a este esclavo de los Inors.
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