jueves, 17 de octubre de 2013

EL DESAFIANTE Y EL NAGUAL LUJÁN 05

Viene de aquí...



Como comprenderán, despertaba cada mañana con una energía impresionante. Hacía mis ejercicios prácticamente bailando, exultante y pletórico de una alegría inexplicable, que rebasaba todo lo que sobre alegrías creía conocer.
El Desafiante me habló de muchos temas relacionados con la energía y su manejo, las bandas de emanaciones, los incontables "mundos" que conoce y visita; de los peligros que en todos los Universos existen y de la enorme cantidad de "Tierras" que están ahí y se pueden visitar, claro, dentro de su banda de emanaciones correspondiente. 
Me dijo que conoce miles de naguales de todas las razas imaginables, pero que comparten un aspecto antropomorfo o sea, son humanoides pero con algunos aspectos particulares que los caracterizan y diferencian. Que hay varios que casi no se pueden distinguir de los terrestres, por lo parecidos.
(Recordé un ensueño que tuve en el que llegué a un planeta en que todos eran humanos... salvo que su brazo derecho comenzaba pegado al cuello y era igual a la pinza mayor de un cangrejo).
Me regaló -usó la palabra "regalo"- 4 técnicas de acceso al ensueño, de salida de un ensueño dado, de cambio de ensueño dentro del ensueño primero y de cómo volver a dormirse y soñar dentro de cualquier ensueño, ya sea en el primero como en cualquier subsiguiente.
Insistía mucho en que me entrevistara con el Nagual Luján. Y éste "aparecía" como de una bruma o niebla luminosa blanca y a veces amarillenta que se formaba de repente cuando estaba charlando con ED. 
Luján mencionaba frecuentemente que su clave (y que podría ser la clave de cualquier nagualista) era la profunda, real, objetiva, práctica y cuasi devoción, del Amor Universal. Que éste energetizaba increíblemente a un buscador y que era una fuente inagotable. Que el practicante tendría ensueños más lúcidos y claros, recordaría todos los detalles y se iría perfeccionando en este difícil arte, que es la característica principal del linaje de naguales.
Con gran esfuerzo, cierta vez le dije si dicho "amor" tenía que ver con la energía, el Poder o el Intento, que el nagual Matus nos mencionó a través del nagual Castaneda en sus libros. 
Me dijo que los conceptos "energía, Poder, Intento" se acercaban, pero que la mejor forma era experienciar dicha corriente de energía "amorosa" por ejemplo en la vida cotidiana, en la cual era sumamente difícil lograrlo, por la carga enorme de nuestros deseos, complejos, insatisfacciones, problemas tales como falta de trabajo o salud, la familia, etc. Pero, con una fuerza de voluntad rayana en el fanatismo, ese Amor poco a poco iría absorbiendo al nagualista y comenzaría a verse más liviano, desapegado, libre, y con una extraña serenidad escondida detrás de una alegría desbordante. (Sic)

Continuará...

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