"Una de las ironías de la vida moderna es
que, mientras más se incrementan las comunicaciones, más solitarios nos
sentimos. La existencia del hombre común es de un desgarrador desolamiento.
Busca compañía, pero no se encuentra a sí mismo. Su amor ha sido devaluado, su
sueño es pura fantasía. Su curiosidad natural se ha vuelto un interés personal
y sólo le quedan los apegos."
"En
cambio, la soledad del guerrero es como el retiro de los enamorados, de lo que
buscan un nicho apartado para escribir poemas a su amor. Y su amor está en todas
partes, porque es esta tierra que por tan poco tiempo ha venido a pisar. Así
que, donde quiera que vaya, el guerrero se entrega a su romance. Es natural que
a veces rehuya el trato con el mundo; el silencio interior es solitario."
Siguió
diciendo Carlos que los brujos antiguos solían emplear plantas de poder para
detener el diálogo interno. Pero los guerreros actuales prefieren condiciones
menos riesgosas y más controladas.
"Los
mismos resultados producidos por las plantas podemos obtenerlos cuando nos
ponemos contra la pared. Al enfrentar situaciones límite, como el peligro, el
miedo, la saturación sensorial y la agresión, algo en nosotros reacciona y toma
el mando, la mente se pone en alerta y suspende automáticamente su parloteo. El
ponerse deliberadamente en esa situación se llama acecho."
"Sin
embargo, el método preferido de los guerreros es la recapitulación. La
recapitulación detiene la mente de una forma natural."
"El
principal combustible de nuestros pensamientos son los asuntos pendientes, las
expectativas y defensa del ego. Es muy difícil encontrar una persona cuyo
diálogo interno sea sincero; lo común es que disimulemos nuestras frustraciones
yéndonos al extremo opuesto. Así, el contenido de nuestra mente se vuelve una
oda al yo."
"Recapitular
acaba con todo eso. Después de un tiempo de esfuerzo sostenido, algo cristaliza
ahí dentro. El diálogo habitual se nos hace incoherente, incómodo; no queda
otro remedio que pararlo."
"Es
normal que un aprendiz en esta fase se enfrente a un fuego cruzado. Por un
lado, está la homogenización de su punto de encaje; y por el otro, unos enormes
paréntesis de silencio que se cuelan en su mente, fragmentándola."
"Cuando
se agota la inercia del diálogo interno, el mundo se hace de nuevo. La oleada
de energía se siente como un insoportable vacío que se abre bajo los pies. Por
tal motivo, el guerrero puede pasar años de inestabilidad mental. Lo único que
le conforta en tal situación es mantener claro el propósito de su camino y no
perder, bajo ninguna circunstancia, su perspectiva de libertad. Un guerrero
impecable jamás pierde la cordura."
"Si
al aplicar alguna de estas técnicas sienten que la mente se estremece y una voz
que no es la habitual comienza a susurrarles cosas al oído, eso es normal y no
deben asustarse. No están enloqueciendo, están entrando en el consenso de los
brujos."
Le
preguntaron si el mover el punto de encaje también atrae el silencio. Respondió:
"Es
al revés. El silencio interno induce desplazamientos del punto de encaje, que
son acumulativos. Una vez alcanzado cierto umbral, el silencio puede por sí
mismo mover el punto a una gran distancia, pero no antes."
Explicó
que la fuerza del consenso colectivo tiene cierta inercia, que varía de persona
a persona, según sus características energéticas. La resistencia de la
descripción del mundo puede ir desde unos segundos a un ahora o más, pero no es
eterna. Vencerla mediante un intento sostenido es lo que los brujos llaman
"llegar al umbral del silencio."
"Esa
ruptura se siente físicamente, como un chasquido en la base del cráneo o como
un sonido de campana. A partir de ahí, es asunto de cuánta fuerza se ha
acumulado."
"Hay
quienes paran su diálogo interno por unos segundos y de inmediato se asustan,
comienzan a preguntarse cosas o a describirse a sí mismos lo que sienten. Otros
aprenden a permanecer en ese estado durante horas o días, e incluso lo emplean
para actividades útiles. Por ejemplo, ahí tienen mis libros; por exigencia de
don Juan, los he escrito desde un estado básico de silencio. Pero los brujos
con experiencia van aún más lejos; ellos pueden entrar en forma definitiva al
otro mundo."
"Conocí
a un guerrero que vivía casi permanentemente allí. Cuando yo le preguntaba
algo, me respondía lo que estaba viendo, sin importarle que esa respuesta fuese
coherente con mi pregunta. Vivía más allá de mi sintaxis. Desde mi punto de
vista de aprendiz ¡por supuesto que estaba loco!."
"A
pesar de ser indefinible, podemos medir el silencio a través de sus resultados.
Su efecto final, el que buscan los brujos con avidez, es que nos sintoniza con
una dimensión magnífica de nuestro ser, donde tenemos acceso a un saber
instantáneo y total que no se compone de razones, sino de certidumbres. Las
antiguas tradiciones describen ese estado como 'el reino del cielo', pero los
brujos prefieren llamarle por un nombre menos personal: el conocimiento
silencioso."
"Puede
decirse que un hombre que domina el silencio ha limpiado su vínculo con el
espíritu y el poder desciende a raudales sobre él. Un chasquido de dedos,
¡zas!, y el mundo se hace otro. Don Juan se refería a ese estado como 'el salto
mortal del pensamiento', porque comenzamos en el mundo de todos los días, pero
ya nunca volvemos a caer ahí."
Me interesa sobremanera , estoy harto del parloteo y sentirme drenado gato6gris@gmail.com
ResponderEliminarPóngase a buscar y/o lograr el Silencio Interno con el espíritu de un hombre sediento en el desierto buscando agua. Como un acto de guerra de vivir o morir en el intento. Sólo con ese propósito inflexible logrará resultados. Generalmente, se logran periodos específicos de SI que varían de persona a persona. Por ejemplo, sé de gente que permanece en SI durante 20 minutos y otros hasta 2 horas ó más. Cierto personaje (Krishnamurti) afirmaba que él permanecía en SI las 24 hs. del día, pero no estoy seguro de si esto es posible. Saludos y suerte en su batalla personal.
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