miércoles, 2 de enero de 2013

EL INICIO DE UN NAGUAL

Cuando tenía 5 años de edad el Espíritu tomó por asalto mi vida. Fue en la escuela primaria. Tuve una visión terrorífica de la realidad total. Hasta ese momento, pese a mi corta edad, creía que sólo existía una realidad: ésta, la de todos los días.

La forma de presentarse el Espíritu fue muy al estilo del Señor Teskatlipoka: increíblemente vívida y con una soberbia "horrendidad" que me marcó para siempre.
Tardaría 23 años en darme cuenta que el Espíritu me había señalado; me había puesto "la marca del Nagual" en mi esfera luminosa.

Hoy, a 49 años de aquel acontecimiento memorable, estoy en plena conciencia de lo que soy. Y sigo aprendiendo, sigo limpiando mi vínculo con el Espíritu; sigo transitando por las Avenidas del Poder.

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