sábado, 26 de enero de 2013

EL EGO

Entre el ego posesivo y el yo bienaventurado hay muchas cosas

El ego no es posesivo, sino rector. Los sentimientos de posesividad no radican en el ego, sino en el centro de la socialización. El equívoco surge porque ese centro asume como ego en la mayoría de la gente, transformándose en la distorsionada propiedad del egoísmo. 

Sólo un líder sabe lo que es el ego y puede hablar del ego con propiedad. De ahí las palabras de Jesús ("ego sum"), que tanto molestan a los débiles.

Desde el ego no se puede vislumbrar un estado de no ego

Eso es como decir que desde la montaña no se puede ver el mar. Si se puede, nomás tienes que intentarlo.

Al estado de estar al mismo tiempo aquí y allá, en la fluidez y en la fijeza, se le llama Ensueño (Turiya en Yoga) y es el objetivo de la práctica seria.

La supresión del ego que predican los falsos guruses es una idealización. Sin ego no hay posibilidad de trascendencia pues, ¿qué trascenderías? Una vaca, por ejemplo, carece de ego, pero eso no la califica como practicante.

El camino del desarrollo de la conciencia consiste en "activar" los centros energéticos en este orden: sexual, social, egoico, altruista, volitivo, videncial y trascendental. Si no activas todos los centros, no hay avance.

La especie humana sólo ha desarrollado los dos primeros; de ahí que gire obsesivamente en torno al sexo y la defensa del grupo. La mayoría no tiene un ego propio, por eso sigue a líderes, que son personas que sí han cultivado el tercer centro, para bien o para mal.

Uno tiene que ser su propio líder y su propio maestro si quiere entrar al Reino, porque allí no admiten borregos. Por eso yo te digo: cultiva tu ego, rompe toda sugestión y asume las riendas de tu propio destino.

Nota para los interesados: los centros energéticos no son órganos físicos, sino potenciales de percepción. Desde el más lento hasta el más rápido, reciben en nawatl los nombres de:
-
Kolotl, escorpión
- Iwitl, plumón
- Pantli, bandera
- Shochitl, flor
- Topilli, cetro
- Chalchiwitl, gema
- Tekpatl, cuchillo de pedernal


el ensueño más claro y profundo al que puede llegar el practicante. El samadhi...

Cada centro energético tiene su propia forma de Samadhi o éxtasis. Conocemos bien el éxtasis del primer centro (el orgasmo), pero las formas superiores por lo general se nos escapan.

El éxtasis es la expresión plena de un vehículo de conciencia. No es la finalidad del vehículo, sino un indicador de que vamos por el buen camino.

Es por ello que hay que desconfiar de doctrinas que giran en torno al potencial sexual, no porque sean falsas, sino porque sus practicantes únicamente han activado el primer centro, y eso, hasta un animal lo hace.

La mayoría, de los animales aparentemente carecen de EGO.

Como especie, sí, pero, entre los mamíferos, se dan casos de liderazgo; por ejemplo, el lobo, el león o el toro líder de una manada. Sin embargo, es un liderazgo limitado a los imperativos de los primeros dos centros (la reproducción y la socialización). 

Como humanos podemos hacer mucho más. Se supone que, a estas alturas de nuestra evolución, todos deberíamos ser líderes en sentido moral e intelectual.

"kuekueyos", espirales resplandecientes.

Debo insistir en que no se trata de órganos físicos o "energéticos". Los "chakras" no son esos lindos dibujitos que nos muestran los libros de la India, sino potenciales abstractos de percepción. Es algo de carácter psicológico, fácilmente  verificable.

Desde la percepción de una ameba hasta la de un  humano autorrealizado, media un abismo. Ese espacio de conciencia se divide en forma natural en 7 capas o estratos. Esto es un descubrimiento muy antiguo, que ha sido mal entendido por los místicos y los escépticos de la actualidad.

En otras palabras: la evolución de la vida (que es la evolución de la conciencia) tiene como objeto la progresiva activación de los centros. Y eso, te guste o no, pasa por el ego.

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