viernes, 4 de enero de 2013

NAGUALISMO: LOS TRES PASOS DE LA CONCIENCIA

El primer paso en el camino de la conciencia consiste en dejar de fumar y beber. No porque los vicios físicos sean "malos", sino porque son indignos. El cuerpo debe estar al servicio de la voluntad, no al revés. Darse al cuerpo embota la energía. No rechaces los vicios por "moralidad"; hazlo por sentido común. Y consciente de que los vicios del cuerpo son menos costosos que los de la mente.

El segundo paso en el camino de la conciencia consiste en abandonar los vicios emocionales. Si tu propósito en la vida consiste en ser feliz, en buscar el bienestar, en amar o ser amado, entonces tu propósito en la vida no es distinto del de cualquier otro animal.
La totalidad de la Nueva Era se basa en ese punto: ¿me quieren, no me quieren? "La maestría del amor..." ¡Hasta un gusano entiende de esas cosas! Uno no puede proponerse un destino de dioses, si tiene ánimo de gusano.

El tercer paso en el camino de la conciencia consiste en abandonar los vicios mentales, es decir, las creencias. El "saber" y el "creer" son incompatibles. Si dispones tu ánimo a creer, estarás bloqueando lo más valioso que tienes: la experiencia.
Una vez trascendidos los vicios físicos, emocionales y mentales, entramos propiamente en el camino de la conciencia, que consiste en el trabajo con la energía. La energía es atención. ¿Despiertas cada mañana en el mundo de todos los días, o ya aprendiste a ATENDER?
Atender es ver las cosas como son; las cosas no son iguales a sí mismas por dos instantes seguidos. El "mundo de todos los días" sólo existe en la cabeza de los aburridos. Atender es intentar, atender es crear. Es ese chorrito de intento que todos ofrecemos -desde la lombriz al filósofo- lo que sostiene al mundo. 

Volar es fácil, lo difícil es mantener el mundo de todos los días. Esta noche dormirás y ensoñarás. De hecho los niños lo tienen claro: un poquito de experiencia sensorial vale por todos los sermones de los padres. ¡No sé de un inocente al que le guste la Iglesia! Es al crecer cuando nos volvemos bobos.

La percepción es un proceso triple: sensación, integración e interpretación. Los niños tienen los sentidos muy afinados pero les falta experiencia para acometer los siguientes dos pasos. No hay niños superdotados en sentido perceptual. Los únicos superdotados perceptuales que conozco son los naguales. Su condición es adquirida, no se hereda. Un principio de la percepción es que sólo tienes lo que te has ganado. En cuanto a facilidad para entrar en el ensueño, los niños, los animales y las plantas le llevan cierta ventaja al adulto humano, pues no tienen un conjunto de creencias que rumiar...

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