En uno de tus libros, relatas la manera cómo don Juan te
ha hecho aproximar a su visión de la muerte. Te ha dicho que "hay que vivir
con su muerte al lado".
Por supuesto, es el mundo de referencia del guerrero al estilo
de don Juan. El guerrero debe referirse constantemente a ese final
inevitable. Sólo cuando uno toma como dice don Juan la muerte como punto de
referencia, sin morbidez y sin sentirse apenado u ofendido, entonces se puede
en realidad superar la mezquindad natural de la vida. Don Juan decía que
nosotros vivimos como seres inmortales, sin dar cuenta de nuestros actos a
nadie, como si fuéramos eternos. Nos damos el lujo de perder el tiempo y
andarnos en idioteces. Estoy convencido de que don Juan tenía razón. Es una
manera mucho más interesante de enfocar la vida y no como mis familiares,
que viven aterrados por la muerte y sin embargo desperdician sus vidas. ¡Qué
barbaridad! ¡Es una manera espantosa de no darse cuenta de lo que
hacen!
Hay dos actitudes frente a la muerte, la primera es tener una idea mórbida, por ejemplo es
rendir culto a la muerte. Y la otra, es la represión: no pensar más en ella.
Es lo que pasa en Occidente, donde la gente trata de olvidar a toda costa que
un día va a morir.
En ese sentido don Juan, en su tradición es único al considerar que la
muerte es un punto de disolución, una referencia a todo lo que hacemos. Pero, él
quería trascender la muerte y cambiarla. Sabía que moriría, que se
extinguiría inevitablemente. Pero adoptó la opción de cambiar la finalidad de
la muerte y transformarla conscientemente en algo diferente. No quería dejar
su cuerpo (ya lo dije anoche). Esto me parece una idea absurda, me es
imposible concebir lógicamente como occidental que la intención de don Juan
tuviera validez. No dejar el cuerpo es absurdo. Y eso era lo que él
quería para él y para su grupo, que fueran capaces de trascender esa cosa
inevitable que es la muerte y dejar que la fuerza viviente se escape del
cuerpo. Él consideraba que la fuerza viviente tenía la suficiente capacidad
como para transformar al cuerpo en energía pura, lo opuesto a lo que nos pasa
a nosotros, hombres del mundo cotidiano. Dejamos que lauerza viviente se
escape del cuerpo y que éste se extinga como un organismo muerto, inerte.
Para mí eso es único, no conozco a ningún autor que me haya dado una
idea similar a la de don Juan en su búsqueda de la libertad y en la
transformación del cuerpo en energía pura.
Tus palabras me hacen pensar a la reencarnación, ¿qué puedes decirme sobre eso?
Don Juan consideraba que creer en la reencarnación es darnos demasiada importancia. Somos tan únicos que no vamos a volver
al mundo, una y otra vez, para perfeccionar nuestro esplendor. Eso sería absurdo.
Para don Juan no estamos hechos a imagen y semejanza de Dios. ¡Es inconcebible! Eso es un
aspecto del enorme egoísmo judeocristiano, el de creerse seres únicos, hechos
a imagen y semejanza de Dios. Don Juan solía decir que somos accidentes,
seres que van a morir. ¡Eso es todo!
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